El personaje infantil premiado en el Festival del año 2008 fue Caillou, por los mensajes que transmite a través de su serie además del valor que se le da a la familia con el respeto y afecto entre los miembros de ésta. Se trata de un personaje de 4 años que va aprendiendo las diversas cosas de él mismo y del mundo que le rodea ayudado, en gran medida, por la presencia de su familia.
Se pretendía crear un personaje lo más real posible para que permitiera así a todos los niños identificarse con él. Trata de transmitir unos valores que ayuden a crecer a los niños en su autoestima, independencia y confianza. Las aventuras de Caillou se inspiran en las teorías de la psicoanalista francesa Françoise Dolto, mundialmente conocida por sus estudios sobre la infancia. El éxito que ha tenido este personaje radica también en la gran variedad de productos didácticos que podemos encontrar sobre éste adaptados, además, para los diversos grupos de edad. Tal ha sido el éxito de estos dibujos animados que han llevado consigo la explotación de esta imagen que ya podemos encontrar en numerosos otros productos tales como mochilas, juegos con la imagen de este, libros, muñecos, etc.
El principal reclamo publicitario ha pasado de ser la mujer a ser la figura infantil. Los niños aparecen ya en uno de cada 3 anuncios televisivos ya sean de supermercados, ONG, viajes, productos culturales, etc. Recientemente, un grupo de pediatras analizaron durante varios días más de 400 anuncios que fueron emitidos entre las 4 y las 9 de la noche. En la mayoría de los anuncios encontrábamos la imagen de un niño, la influencia que éstos tienen dentro del presupuesto familiar, el incremento de la capacidad adquisitiva de los menores y la necesidad de incorporar a éstos dentro de la sociedad de consumo son muchas de las explicaciones que pueden justificar dichas apariciones.