jueves, 10 de marzo de 2011

Marketing infantil

El marketing surgió a mediados del siglo XX como respuesta al crecimiento del consumo después de la Segunda Guerra mundial. Durante la recuperación económica la demanda empezó a aumentar, surgiendo nuevas empresas que debían de satisfacer las necesidades de un nuevo mercado emergente.
El análisis del mercado infantil es uno de los que más dificultades puede conllevar. Los niños están sometidos a un proceso evolutivo muy rápido y constante, por ello se merecen una atención especial como target potencial.
La incorporación del niño al mercado de bienes y servicios es, hoy en día, un hecho indiscutible. El niño es consumidor y se define como tal desde tres aspectos: como mercado primario con posibilidad de realizar compras con dinero propio, como sujeto de influencias cuando sus preferencias inciden en el consumo o gasto ajeno y, por último, como mercado futuro cuando adquiere determinados comportamientos y actitudes sobre marcas y productos que todavía no están a su alcance. Esta faceta del niño como consumidor conlleva, entre otras cosas, que también entre a formar parte de la comunicación publicitaria como un sujeto o target específico. Dicho de otro modo, la aparición creciente de productos infantiles (ropa, videos, alimentos, etc.) viene acompañada de campañas publicitarias que tienen como objetivo principal este tipo de público y, por lo tanto, pueden ser definidas como publicidad infantil.
Aunque parece un sector de la población al que tampoco se le presta una atención especial a la hora de pensar en marketing y publicidad, encontramos gran variedad de información, blogs en internet que hablan del tema, ejemplos e incluso agencias publicidad dedicadas específicamente al marketing infantil y juvenil. Desde hace ya muchos años la publicidad no se dirige únicamente al público adulto, sino también a los niños ya que desde una edad muy temprana son lo suficientemente capaces de reconocer un determinado producto o logotipo de una marca. Los expertos además, son conscientes de que se pueden crear ciertas necesidades en dicho público y que éstos serán capaces de convencer a sus padres de que les compren muchos de los productos que solicitan y además piden que se lo compre en ese mismo instante. Muchas veces no se trata únicamente de convencer al niño sino también de hacer creer a los adultos que realmente es necesario dicho producto. Ante un intento de identificar y satisfacer las necesidades y deseos de este segmento de forma adecuada, nace el Marketing infantil.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario